FRENTE AL TRIBUNAL DE LA HISTORIA Y DE LA HAYA
La relación histórica de amistad entre Ecuador y Chile se basa en lazos de larga data y un tejido de colaboraciones en diversas áreas que se han permitido entre estos dos pueblos que se estiman y se consideran como necesarios y clave en su sistema de alianzas.
La visita del Presidente Correa a Chile demuestra una vez más que esta relación especial sigue intacta. Los gobiernos pasan y es una política país la que sostiene la mutua conveniencia de una buena relación con el vecino de mi vecino.
Pero no hay que ser ingenuos. Esta relación pasa por un momento difícil, donde un acercamiento excluyente hacia Ecuador puede proyectar una imagen país controvertida hacia la comunidad internacional.
Es un hecho que terceros países han tomado partido por uno u otro bando en esta crisis. En especial el eje Chávez, Ortega, Castro que se alineó exclusivamente a favor de Ecuador, sin tomar en cuenta que la motivación de Colombia no era invadir a Ecuador.
El Presidente Uribe recibió un mandato por elecciones democráticas de eliminar al enemigo número uno de su estado, las FARC, para eso fue elegido. Hace pocos días, millones de colombianos y ciudadanos de otros países, lo apoyaron y repudiaron el accionar violento de los terroristas y llamaron a la pacificación del país.
Pero apoyar la inviolabilidad del territorio de Ecuador no es sumarse a un arco ofensivo de alianzas en contra de terceros, menos significa legitimar la acción de grupos terroristas y la justificación de los secuestros.
Sin embargo, se producirá un escenario muy adverso para cautelar el valor supremo de la estrecha relación histórica entre ambos países, que es un tema país de la política exterior chilena y que se tratará de enlodar, rodeándola de una campaña orquestada de rumores y especulaciones. Grupos fácticos y los mercaderes de la guerra se encargarán de sembrar la semilla de la discordia y el divisionismo.
Ecuador fue violado en lo más sagrado de una nación, en su integridad territorial, y ello explica su firme reacción. También legitima el apoyo irrestricto de Chile. Ese es el núcleo de nuestra amistad, la defensa de la tesis de que los tratados se cumplen, son intangibles, al igual que los territorios y límites, y esa es la piedra angular que es una seguridad para todos.Ese es el mensaje más fuerte que Chile y Ecuador pueden enviar a la región y al mundo.
En especial, frente a las apelaciones de Perú ante el Tribunal de La Haya, cuyo gobierno desconoce tratados que Chile y Ecuador ratificaron.
La histórica amistad bilateral de Ecuador y Chile, más allá de los intereses que tengan terceros actores regionales y extrarregionales, es sometida a la dura prueba de la amistad en tiempos difíciles.
En ello, Chile debe honrar su palabra y hacer respetar el derecho a la vida, rechazando la violencia y la toma de rehenes, y garantizar la inviolabilidad de los límites territoriales y de los tratados.
Así seremos consecuentes, honraremos a nuestros antepasados y enfrentaremos victoriosos el Tribunal de la Historia y de La Haya.
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